viernes, 10 de noviembre de 2017

El Budista de Edificio

Roberto Zen, El budista de edificio

Me tiro pansa arriba en el balcón de toda la vida. Que lindo fumarse uno, contemplar el bello mundo. Respirar profundo y sentir la vibración de las 357 antenas que hay a mi alrededor. Relajo mi cuerpo y
entro en conexión con los millares de cables fruto de la urbanización.
Oh, Meditar en un pulmón de manzana escuchando los bondis todas las mañanas. Observar los edificios se ha vuelto un vicio , una ejercicio de libertad que calma mis pesares, mi ansiedad.
Oh maravillosa sin cronicidad suben los ascensores de toda la ciudad.
Mi silencio interior es como el ruido de un motor recién calibrado, un silencio aceitado, rectificado.
Estoy levantando vuelo de tantos olores que huelo. El caos de la ciudad no me lograra alterar. Yo soy feliz en el bullicio, soy un budista de edificio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario