Es común entre la jerga viajera apelar a la frase " pintó la magia y salió el dedo" o " no teníamos donde dormir, pintó la magia y terminamos en un casa con pileta", "estabamos parchando, llegó un gringo y pinto la magia: me compro un trampo de 50 dolares", etc, etc Situaciones como las descriptas hay por montones en la historia personal de cada viajero. El témino magia se utiliza en la mayoria de los casos como una metafora, aunque muy pocas veces en su sentido literal. Voy a contarles una historia donde la magia realmente me salvó de una multa y un mal trago.
Viajar e tren por Europa no es barato. Cada artista callejero idea su forma para hacerlo sin que su bolsillo sufran grandes consecuencias. A veces se paga el billete y otras veces no. Y de esa forma a fin de temporada, el ahorro a veces es tan sustancial que da para comprar un billete de avión a sudamerica.
Iba camino a Florencia y segui el consejo de un amigo que me dijo: -subite al flecha rosa, el tren rápido, es solo una estación de Bologna.
Mientras el regional demora casi 2 horas, este recorre el mismo trayecto en 30 minutos.
Se hacia de noche, habíamos pasado todo el lunes intentando irnos de Modena con otros colegas en la misma situación, sin auto y lleno de cosas. Asi que llegando a Bologna le hice caso. Tipo 21 estaba en el tren mas cheto que haya subido ( exceptuando los suizos).
Una pantalla marcaba 157 km por hora y un revisor se acercaba hacia mi. Me pidió el billete y esbocé una serie de pantominas para hacer tiempo. Busqué en todos los bolsillos, incluso en la maleta, pero el billete no estaba.
Creyeron que me estaba burlando ellos y me pidieron documentos al tiempo que me invitaban cordialmente a acompañarlos. En el trayecto a la oficina del tren me informaron lo que podría llegar a pasar por mi infracción.
Rapidamente cambie de táctica: el pollito mojado.
- Excusa. Io sonno artisti di strada...
- Lui e magico- me respondió el guarda y acto seguido con un cable de un cargador de celular me propuso un desafio. Si adivinab como hacía el truco me dejaba ir. La verdad me la vi chunga, porque no lo entendía.
A pesar de explicarle que yo era payaso, el seguía creyendo que era mago.
Recordé esa frase: la mejor defensa es un buen ataque. Asi que sin perder tiempo le saque el cable de la mano y le mostré el único truco que sé y cada tanto hago en mi show. Me hice un nudo con el cable alrededor del cuello y apreté para ahorcarme. Sin embargo el cable se soltó.
El guarda quedó loco. Me pidió que se lo enseñe para hacerselo a su hija.
Ese momento fue glorioso. Me relaje. Empecé a disfrutar de la situación. Esa era la magia, la verdadera magia del viaje. Pasé los siguientes 10 minutos intentando explicarle el truco. Llegaron otros guardas y se sorprendieron ante tal extraña situación.
Faltaban escasos 4 minutos para llegar a Florencia, cuando el rubio de pelo engominado que cumplia labores como guarda en el Flecha Rosa Milano- Roma me dio la mano y me dijo: esta vez te salvo la magia.
Yo asentí y agregué para mis adentro: esta y cuantas otras.
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